De la importancia de la ubicación y la luminosidad.

   Todos sabemos de la importancia de la cantidad de luz que reciben las plantas para su crecimiento y desarrollo. No es para menos, pues de ello dependen diferentes aspectos de su progreso. Como hemos dicho en el anterior artículo, las begonias, al vivir en la naturaleza a la sombra del resto de plantas de la selva, sus necesidades de luminosidad, son mas bien escasas.

    Sabido esto, y teniendo en cuenta de que raramente reciben directamente los rayos solares, buscaremos como primera opción, un lugar orientado al norte. de esta manera, no recibirá en ningún momento del día los rayos solares directamente.

    Si esto no fuera posible por diferentes motivos, por ejemplo: en nuestra casa no hay una ventana orientada al norte. La siguiente mejor opción es colocarla orientada al este. De esta forma, recibirá la luz del sol directamente durante la mañana. La desventaja es que las hojas, que se adaptan a la cantidad de luz que reciben, serán de menor tamaño, y su colorido un poco más pálido.

   No es para nada recomendable orientar las begonias al sur sin que estén protegidas durante todo el día por un toldo, cortina u otro elemento que impida que el sol incida directamente sobre las hojas. Aparecerán inmediatamente quemaduras en forma de manchas marrones, que comienzan en los bordes de las hojas, y que terminan por destruirlas por completo en poco tiempo. Se diferencian estas quemaduras facilmente, porque al tocarlas se desprenden crujen como lo hacen las hojas secas en otoño.